Urdaibai
Santimamiñe se sitúa en el barrio de Basondo, al pie del monte Ereñozar (448 msnm), a 150 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ermita de San Mamés, de donde toma el nombre, en la cuenca del parque natural de Urdaibai. Sobre la cima del monte se ubica la ermita de San Miguel.
URDAIBAI RESERVA DE LA BIOSFERA
Urdaibai, Reserva de la Biosfera; Esta denominación se la puso la UNESCO en 1984, porque sin duda nos hallamos ante uno de los humedales más importantes de Europa. Así, el hábitat y la riqueza ecológica que se encuentra en las 22.000 hectáreas que se abren alrededor de la Ría de Gernika lo encontraremos en muy contados lugares. Pero, además de su riqueza ecológica, lo más sorprendente para quien lo visita por primera vez es el cambio de paisaje de este bocal del río Oka, tanto en bajamar como en pleamar.
Más del 70% del paraje de Urdaibai está lleno de bosque, y en sus diferentes biotipos viven o pasan animales de todo tipo (Urdaibai es zona de paso y descanso de aves entre Europa y África). Teniendo esta riqueza natural, no es sorprendente que hace miles de años los humanos eligieran este entorno para habitar, como muestran las cuevas de Santimamiñe.
GERNIKA
Esta “Ciudad de la Paz” en pleno corazón de Urdaibai, se ha hecho famosa en todo el mundo por el bombardeo fascista de 1937 y el cuadro de Pablo Picasso, se ha convertido en un verdadero imán, y, cuando los vascos diseminados por el Mundo retornan a Euskal Herria, les resulta imposible estar entre nosotros sin acercarse a Gernika; lo mismo que les sucede a muchos extranjeros que visitan nuestro pueblo.
La historia de Gernika, la Casa de Juntas y el árbol, en opinión de muchos, se han convertido en el reflejo de los vascos y del ser vasco. De hecho, muchos extranjeros ven a Gernika como un “resumen” de Euskal Herria (la larga historia de la villa, la esencia vasca, la tragedia, la democracia de las Juntas, las antiguas costumbres y el deseo de libertad que simboliza el árbol, la religiosidad, el ambiente de mercado, el arte, las fiestas…). Y tienen motivos para pensar así.
LAIDA Y LAGA
Estas dos playas son de las más bellas de Bizkaia y, aunque sólo distan tres o cuatro kilómetros una de la otra, cada una guarda su propia fisonomía.
Así, Laida está situada todavía dentro del brazo de mar, y su belleza proviene en gran parte de su cambiante aspecto debido a las mareas, ya que lo que a veces es una impresionante playa surcada de riachuelos, la próxima se queda en una diminuta playita. La de Laga, a su vez, es una preciosa playa protegida por el cabo Ogoño, la cual le confiere cierto aspecto rocoso, no con tanto viento como la anterior y apropiada para tomar el sol.